Todo el mundo se ha visto obligado a esperar dos eternas horas para volver a bañarse después de comer, normalmente debido a las amenazas de los padres con los temibles peligros de padecer un corte de digestión. Sin embargo, ¿qué es exactamente esta crisis que puede llevar incluso a una persona a ahogarse si la sufre durante un baño?
De los 359.000 casos de ahogamiento que según la Organización Mundial de la Salud se producen al año en el mundo no hay ninguno directamente causado por un corte de digestión. Y es que el comúnmente llamado corte de digestión se refiere más bien a los síntomas digestivos que tienen lugar al producirse un choque térmico. “Cuando una persona se introduce en agua fría, muy rápidamente, en especial después de una comida copiosa, puede sufrir un mareo, náuseas o malestar”. Sin embargo, según los expertos la denominación de estos síntomas como corte de digestión es incorrecta, porque no se produce una interrupción de las funciones digestivas.
“El nombre correcto es síndrome por inmersión o hidrocución. Cuando el cuerpo entra en contacto con agua fría, se producen unos cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca, que dan lugar a síntomas como malestar general, náuseas o debilidad. La disminución de la presión arterial puede producir incluso pérdida de conocimiento o un infarto. Si la persona está en el agua, se puede ahogar”. El riesgo de padecer estos síntomas ante un cambio brusco de temperatura tras la ingesta de una comida es mayor en personas mayores o que toman alguna medicación, no tanto en los niños.
Por lo tanto, aunque puede que los padres exageren en sus precauciones ante los peligros de este síndrome, lo cierto es que, aunque esté incorrectamente denominado, los prejuicios que puede causar son una realidad.
¿Cómo prevenir un corte de digestión?
La medida más sencilla para prevenir los síntomas causados por los choques términos es evitar bañarse o nadar en agua fría después de comer y, sobre todo, en caso de que existan factores de riesgo que puedan propiciar este cuadro, como comidas copiosas, temperaturas extremas o antecedentes médicos de riesgo.
Asimismo, es de gran importancia aprender a reconocer los síntomas de manera precoz, antes de que la caída de la tensión arterial tenga consecuencias graves. “Si una persona nota malestar o náuseas al entrar en el agua, es conveniente que salga y permanezca en reposo, mejor con las piernas en alto”.